Viktor Frankl - El poder de tener un proposito
«La vida nunca se vuelve insoportable por las circunstancias, sino solo por la falta de significado y propósito.» Viktor Emil Frankl (1905–1997) Fue un neurólogo y psiquiatra austriaco, sobreviviente del Holocausto y fundador de la logoterapia, considerada la “tercera escuela vienesa de psicoterapia” después de Freud y Adler. Su trabajo se centró en la búsqueda de sentido como la fuerza fundamental de la vida humana. Para Viktor Frankl, el sentido es la razón de ser que cada persona puede descubrir en su vida. No es algo abstracto o universal, sino concreto, único e irrepetible para cada individuo y para cada situación. - No es un concepto general: el sentido no se define de una vez para siempre, sino que se revela en las circunstancias particulares de cada momento. - No se inventa, se descubre: para Frankl, el sentido ya existe en el mundo y la tarea del ser humano es encontrarlo, no crearlo arbitrariamente. - Es personal: lo que da sentido a la vida de una persona puede ser irrelevante para otra. La importancia del sentido Frankl lo considera la fuerza motivadora primaria del ser humano. Su ausencia conduce al “vacío existencial”, caracterizado por apatía, falta de dirección y sufrimiento psicológico. 1. Motor de la resiliencia: En los campos de concentración, observó que quienes encontraban un propósito (un hijo que quería ver, una obra por terminar, una misión espiritual) tenían más probabilidades de resistir y sobrevivir. 2. Fuente de libertad interior: Aun en condiciones extremas, el ser humano conserva la libertad de elegir su actitud frente a lo inevitable. Esta elección se fundamenta en tener un porqué que sostenga el cómo (parafraseando a Nietzsche, a quien Frankl cita: “Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo”). 3. Base de la salud psicológica: La logoterapia sostiene que muchas neurosis, depresiones o crisis provienen de la falta de sentido. Cuando una persona encuentra dirección, su energía psíquica se reorganiza hacia la vida y no hacia la destrucción. 4. Guía ética y existencial: El sentido actúa como brújula para tomar decisiones, enfrentar dilemas y orientar la vida más allá del placer o del poder.