A lo largo de mi proceso con Optimus he tenido desafíos importantes en mi negocio. Normalmente, en esos momentos perdía la confianza, la calma, y me volvía obsoleto para el análisis objetivo, lo cual me impedía ver maneras creativas de salir de ahí. No podía hacerme responsable del todo y me victimizaba por ello.
Empecé a entrenar mi mente y a vivir los desafíos de una manera diferente: más liviana, con más confianza, porque mi sueño no es negociable. Y en esa relajación tuve un “AHA MOMENT”, como si hubiera canalizado una idea de negocio. Una semana después logré vender esa idea a un primer cliente. Este nuevo producto tiene cuatro veces más valor monetario que el producto con el cual venía batallando. Es decir, en una semana surgió la idea, se autovalidó con dos leads y se vendió a uno de ellos. Hoy fue su primera sesión 1 a 1 conmigo.
Esto es posible gracias a tener la mente alineada. Y sobre todo, puedo ver que consumir altos volúmenes de información sobre éxito, abundancia y resultados se ha vuelto mi nueva adicción.
Y algo que considero elemental es contar con un coach que te acompañe permanentemente. Alguna vez un mentor me dijo: "No seas codo, invierte siempre en un coach." Hoy lo entiendo más que nunca: con el acompañamiento y la retroalimentación de Eli es como encuentro el valor, las ideas y las perspectivas que necesito para llevar mi mente a nuevos niveles de resultados.
Paso a paso, vamos avanzando.
Gracias a todo el team Optimus.