Les quiero compartir algo muy personal que ha surgido desde que tomé la decisión consciente de incubar una familia. Han ocurrido cosas maravillosas, pero también otras bastante desafiantes. Y me gustaría conocer sus opiniones respecto a esta otra cara de las “multi-formes”.
Tengo una hija de 16 años, fruto de un noviazgo en mi juventud. Desde siempre, en esa relación hubo una fuerte carga de crítica y negatividad hacia mí. Eso se instaló profundamente en la mente familiar de la madre de mi hija, su pareja de entonces y, por alienación, también en mi hija. Es una realidad con la que luché mucho tiempo… hasta que, en algún momento, elegí aceptar y habitar un rol “cercano pero lejano”: estando presente, pero siendo constantemente desvalorizado.
Ahora bien, en este nuevo momento de mi vida —donde mi pareja y yo estamos construyendo con entusiasmo, dirección y decisión nuestra familia—, se presenta una situación inesperada: la madre de mi hija se acaba de divorciar del hombre que fungía como figura paterna para ella. Él, junto con su madre, era parte activa del desprestigio hacia mí.
Y ahora, en medio del duelo de mi hija y su madre, la vida me está invitando a retomar ciertas responsabilidades de las que anteriormente se me había desplazado —por dinámicas bastante narcisistas—.
Con las PEPS reacomodadas, asumo esa responsabilidad. Pero esto ha generado fricción en mi relación actual, porque el plan que habíamos diseñado como pareja para nuestra familia tiene que ajustarse a esta nueva realidad. Y no está siendo fácil.
Es como si, justo en el momento en el que decidí alinearme y abrirme a crear una familia desde el corazón, la vida me mostrara una multi-forma de expresión que no es idealizada ni romántica, sino confrontadora. Una expresión que requiere tiempo, paciencia y ajustes profundos. Porque, aunque mi hija también es mi familia, viene de un entorno y una educación que no están alineados con mis principios de respeto, responsabilidad y consciencia. Por el contrario, ha sido influenciada por la desvalorización, la agresión y otros patrones negativos.
Entonces… justo cuando decidí enfocarme en crear una familia, se presenta este suceso que me pide presencia, consciencia y adaptación.
¿Qué opinan ustedes? ¿Les ha pasado algo similar en su camino de creación?