🏊♂️ Potenciómetros en natación: la nueva revolución del entrenamiento
Los potenciómetros transformaron primero el ciclismo: pasaron de medir la velocidad y el pulso a cuantificar la potencia exacta de cada pedalada. Poco después, llegaron al running con sensores capaces de estimar la potencia de carrera, ayudando a entrenar con precisión en terrenos variables. Hoy, esa revolución tecnológica ha llegado también al agua: los potenciómetros para natación ya son una realidad y prometen cambiar para siempre la forma en que entrenan nadadores y entrenadores. ¿Qué es un potenciómetro en natación? En esencia, un potenciómetro mide la potencia generada por el nadador al aplicar fuerza en el agua. A diferencia del ciclismo o la carrera, donde la transmisión de fuerza se da en tierra firme, en la natación el medio acuático complica la medición: no solo interesa la fuerza total, sino también la dirección de esa fuerza, la trayectoria de la mano y la eficiencia de cada fase de la brazada. Un potenciómetro para natación permite cuantificar todo esto, mostrando con datos lo que antes solo se intuía mediante observación o grabaciones de vídeo. Tipos de potenciómetros en natación 1. Sensores en la mano o “paddles inteligentes” Estos dispositivos, como los desarrollados por empresas pioneras en el sector, se colocan en la palma o integrados en pequeños paddles. - Qué miden: fuerza propulsiva, fuerza desperdiciada (hacia arriba, abajo o lateral), velocidad y trayectoria de la mano. - Beneficio principal: revelan si la brazada realmente impulsa al nadador hacia adelante o si parte del esfuerzo se pierde. - Aplicación práctica: detectar asimetrías entre brazo derecho e izquierdo, ajustar la técnica del agarre y optimizar la eficiencia de cada fase (entrada, tirón y empuje). 2. Dispositivos portátiles de análisis 3D de la brazada Algunos potenciómetros combinan acelerómetros y giroscopios para recrear en 3D la trayectoria de la mano. - Qué miden: ángulos de ataque, profundidad de la brazada, velocidad en distintos segmentos del ciclo. - Beneficio principal: muestran un “mapa” tridimensional de la brazada, útil para corregir movimientos cruzados o demasiado abiertos. - Aplicación práctica: mejorar la alineación corporal y el aprovechamiento energético en distancias largas.