🩺 ETAPA 1: DIAGNÓSTICO
(de ¿Qué tengo? a: ¿Cuáles son los síntomas? ¿Cuál es la condición de mi empresa? ¿Cuál es el Problema?)
En el mundo de los negocios pasa lo mismo. Si una empresa está enferma financieramente —aunque esté operando— es crítico darle un nombre al problema.
Porque "si no sabes lo que tienes, no puedes saber lo que necesitas".
Lo primero es observar y escuchar a la empresa para detectar los síntomas visibles.
Mediante, procesos de diagnósticos específicos podemos detectar también los síntomas no visibles.
Solo en ocasiones el doctor ofrecerá una conclusión en base a un solo síntoma aislado, y es por ello que el diagnóstico en si mismo es la primera herramienta que debemos tener a mano para responder a preguntas como:
- ¿Mi empresa está sana, en crisis, o solo resfriada?
- ¿Estamos perdiendo dinero y no lo sabíamos?
- ¿Cuál es el problema real: ventas, márgenes, flujo de caja o costos?
Es un error común el "sentirse mal" sin saber por qué. Para muchos empresarios y emprendedores, el sentir que algo anda mal es una práctica que posponen indefinidamente, pero en realidad no saben exactamente qué es lo que anda mal, solo lo "sienten".
Un diagnóstico correcto lo cambia todo. Cuando uno sabe lo que tiene, en este caso, cuando sabemos exactamente lo que "padece" la empresa podemos:
- Dejar de adivinar;
- Tomar decisiones basadas en números;
- Aplicar el tratamiento adecuado;
- Medir la recuperación financiera.