El éxito no viene de evitar los errores, sino de abrazar el proceso:
- Aprende.
- Aplica.
- Falla.
- Aplica de nuevo.
- Aprende más.
Aprende esto lo más rápido posible:
- Cada fracaso es retroalimentación.
- Cada lección es progreso.
- Y cada aplicación te hace más fuerte.
Los que ganan no son los que nunca fallan, sino los que nunca dejan de aplicar lo que aprenden.
Sigue adelante hasta que lo que antes parecía imposible se convierta en tu segunda naturaleza.
Así es como te conviertes en un una persona de éxito.