📜 REVELACIÓN DEL ALMA #55 – Resistirse a la perturbación
Desde mi perspectiva, que está alineada a la espiritualidad y la neurociencia: la persona que está delante nuestro la elegimos inconscientemente para trascender (transitar y superar) nuestras heridas del pasado. Esa persona nos hace sentir cosas que molestan, y al mismo tiempo nos ama. La pareja es el mejor espejo para mirarse, porque combina un amor profundo y genuino, con sentir inevitablemente lo que nuestra alma quiere trascender para evolucionar. Muchas personas cometen el error de irse de una relación de pareja para ya no sentir la incomodidad, es decir, se van antes de trascender el patrón: antes de sanar sus heridas. A ésto se le conoce como “escape”. Ese escape, disfrazado de amor propio, trae una sensación de alivio, que el cerebro etiqueta como “paz”. Lo cierto es que la paz sólo se siente cuando las heridas y patrones se sanan (trascienden), que es lo opuesto a lo que estaría sucediendo en este caso. En cambio, la sensación de alivio que siente la persona aparece porque ya no está expuesta a sentir esa incomodidad que era inevitable cuando estaba en presencia del espejo, pero es solamente una sensación momentánea. El alma NECESITA sanar esas heridas, es su misión, por eso está en la tierra. El cerebro en su parte más ego eligió alejarse de la pareja para “protegerse”, porque la persona aprendió que sentir esas incomodidades y heridas no es seguro. Probablemente cuando era chica en su casa había gritos, maltratos, exigencias, falsedad, crueldad, etc. Entonces sentir, inconscientemente, es malo. Pero las decisiones del cerebro, que son reacciones químicas involuntarias e inconscientes y al mismo tiempo racionalidad y justificadas, NO PUEDEN solucionar el problema de raíz, solamente evadirlo y darnos alivio momentáneo. Imagínate que caminas llevando una mochila, pero en lugar de sacartela y descansar, te recostás con la mochila puesta. Decís “bueno ahora sí, puedo descansar y estoy en paz…” Pero cuando volvés a pararte para seguir tu camino la mochila sigue ahí, y está un poco más pesada.