Hace mucho tiempo que no hay nuevos entrenos ni nada…

Este halo medio a pata coja parece sencillo, pero en cuanto lo haces te das cuenta de todo lo que despierta. El pie trabaja para no perder el equilibrio, la pierna se activa, el abdomen sostiene y la columna corrige cada movimiento. No estás quieto: el peso se mueve, tú te ajustas, respiras, buscas estabilidad sin dejar de moverte. Eso es lo que hace que este ejercicio sea tan valioso: te obliga a sentir tu cuerpo de verdad, a estar atento, a responder en lugar de resistirte. Es un ejercicio pequeño, pero con mucha información. Cada vuelta de la kettlebell te muestra algo nuevo sobre tu equilibrio y tu control.

Esto no es una rutina. No es un WOD más. Y desde luego, no es para entrenar “cómodo”. Este Kettle Guateke está diseñado para llevarte al punto donde el cuerpo quiere parar…y la mente tiene que decidir quién manda. 👉 Ritmo alto es lo que tendremos hoy Vienes a descubrir tu verdadero límite físico y mental… y a romperlo Este entrenamiento separa: - a los que entrenan - de los que se entrenan de verdad Si formas parte del Kettlebell Training Club, este es tu ritual. Tu prueba. Tu Guateke. ⚠️ Aviso: no saldrás igual que entras. Y eso es exactamente el objetivo. ¿Estás dentro o prefieres quedarte donde todo es cómodo?

Este pequeño cambio en el agarre casi imperceptible a la hora de la bajada del Overhead Tiene muchos beneficios, pero también sus contras A nivel de sensaciones te recomiendo que lo experimentes, y sientas en ti mismo cuales son los cambios a la hora de absorber, hacer el swing o bloquear el agarre. Estoy seguro de que te sorprenderá como cambia Pero en este post quiero comentarte un beneficio menos intuitivo. Y es el cambio de mano Al bajar la mano a la parte inferior del mango, dejamos espacio arriba Perfecto para colar la otra mano cuando hacemos la subida y permitiéndonos clavarla directa a la esquina superior para bloquearlo. Pruébalo y comenta que sensaciones te genero

A veces me preguntan por qué las kettlebells parecen “mágicas”. La verdad es que no hay trucos: lo especial está en cómo nos obligan a movernos. Con cada swing, con cada cambio de dirección, tu cuerpo aprende a desacelerar, pivotar, estabilizar. Es como si te recordara algo que tu cuerpo ya sabía, pero que había olvidado con la vida diaria: moverte con control y fluidez al mismo tiempo. Por eso una kettlebell no es solo peso. Es una herramienta que te enseña a confiar en tu propio cuerpo, a coordinar fuerza y calma, potencia y precisión. Y cuando empiezas a sentir eso… entiendes por qué para muchos de nosotros, las kettlebells sí tienen un poco de magia