LOS DEMONIOS QUE NOS FORJAN 🪬🧙🏻♂️🫀🌟
Nos enseñaron a temerles, a escupir sus nombres y a esconder la mirada cuando sus sombras se alzan en la penumbra de nuestra consciencia. Nos dijeron que los demonios son la antítesis de la luz, los desterrados, los errantes, los caídos. Pero... ¿Y si la verdad es otra? ¿Y si los demonios no son más que los transformadores de nuestra alma, los custodios del fuego que nos templa, los heraldos (quienes transmiten un mensaje) de una sabiduría vedada (prohibida por ley o mandato)? Demonio. Daemon. Daimon. En la lengua antigua, no era una maldición, sino un título. Un ser de conocimiento, un guía entre mundos, un espíritu de prueba y revelación. Fueron los hombres, temerosos de su propia naturaleza, quienes los convirtieron en figuras malditas, en enemigos invisibles a quienes culpar por sus propios fracasos. Nos han hecho creer que el infierno está fuera, pero... ¿Y si el verdadero infierno es el que negamos dentro? Los demonios no son invasores, son los arcanos de nuestra propia sombra, los fragmentos de nosotros que preferimos ignorar. No vienen a destruirnos, sino a desafiarnos. Nos muestran nuestros miedos más ocultos, nuestras pasiones más intensas, nuestros deseos inconfesables. Nos confrontan con la verdad de lo que somos cuando se rompen los espejos del engaño. El guerrero que niega su demonio, se debilita. El necio lo combate con ira, con cadenas, con exorcismos vacíos de entendimiento. Pero el sabio, el iniciado, el que ha caminado más allá del umbral de la mente común, sabe que el demonio no se vence: se integra. Habla con él, baila con él, bebe de su copa y le roba el fuego. No para doblegarse, sino para trascender. Porque aquel que hace de su demonio un aliado encuentra en él su más poderosa arma. Nos dijeron que Lucifer es el enemigo, el tentador, el mal encarnado. Pero su nombre significa "portador de luz"... ¿Y si la caída no fue un castigo, sino un sacrificio? ¿Y si la rebelión no fue arrogancia, sino la única forma de despertar? Quien no enfrenta a sus demonios es esclavo de ellos.