No puedes huir del llamado de Dios
Huir no cancela el propósito.
Cambiar de rumbo no silencia la voz de Dios.
Aun en medio de la tormenta, cuando todo parece fuera de control, el llamado sigue activo y la gracia sigue persiguiendo al corazón.
Dios no envía la tormenta para destruirte, sino para redirigirte.
Su propósito siempre sabe cómo alcanzarnos, incluso cuando intentamos escapar.
📖 “Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar…”
(Jonás 1:3–4)