Débora fue una profetisa y jueza de Israel en tiempos en que el pueblo estaba oprimido por Jabín, rey de Canaán. Ella se sentaba bajo la Palmera de Débora en la región montañosa de Efraín, donde el pueblo acudía a pedir justicia y consejo.
Cuando Israel clamó a Dios, Él usó a Débora para dar la orden de batalla a Barac, diciéndole que reuniera un ejército contra Sísara, el capitán de Jabín. Aunque Barac dudó y quiso que Débora fuera con él, Dios le dio la victoria. Finalmente, Sísara fue derrotado y muerto por Jael, otra mujer valiente.