Dios advierte que llegará un tiempo en que la gente sentirá un gran vacío espiritual: no tendrán hambre de pan ni sed de agua, sino de escuchar Su Palabra. Pero cuando la busquen, no la hallarán, porque antes la rechazaron. Por eso este versículo nos llama a valorar y obedecer la Palabra de Dios mientras aún la tenemos cerca