Este versículo nos recuerda que Dios nos pone en lugares de privilegio y honra. El querubín protector fue puesto en el monte de Dios, rodeado de Su gloria, pero al olvidar para quién era ese privilegio, se perdió lo más valioso: la comunión con el Creador.
Lo mismo pasa con nosotros. Todo lo que tenemos, dones, talentos, oportunidades, recursos, provienen de Dios y fue diseñado para reflejar Su gloria. Si usamos lo recibido para enorgullecernos o para alejarnos de Él, terminamos dañándonos a nosotros mismos.
Pero cuando reconocemos cada privilegio como un regalo de Dios y respondemos con adoración, experimentamos la verdadera hermosura de Su presencia. Ahí hay deleite, paz y gozo continuo.
Pregúntale hoy:
“Abba, ¿cómo puedo usar cada don y privilegio que me has dado para adorarte y glorificarte a Ti?”
Decláralo con fe:
“Cada privilegio en mi vida viene de Dios. No me enaltezco, sino que adoro y disfruto la hermosura de Su presencia a diario.”
#RetoPraize
#AdoraciónyAlabanza
#PraisePrayMove