En el mapa de Dios, la misericordia siempre gana. La Biblia lo dice claro, cuando vivimos juzgando, nos cargamos nosotros mismos. Pero cuando vivimos con misericordia, caminamos en libertad.
A veces somos bien duros, con otros y con nosotros mismos. Nos hablamos feo, nos recordamos errores viejos, pensamos que Dios nos mira igual. Pero no. Dios no te mide por lo que fallaste, te cubre con gracia mientras sigues creciendo.
La misericordia no es ignorar lo malo, es decidir no vivir desde la condena. Es entender que todos estamos aprendiendo, sanando y caminando paso a paso.
En el mapa del mundo, gana el que critica primero. En el mapa de Dios, gana el que ama primero.
Si Dios te dio misericordia cuando estabas roto, ¿por qué no darla ahora? Ahí es donde el corazón se parece más al de Jesús.
Pregúntate: ¿Estoy siendo más duro de lo que Dios es conmigo?
Declara: “Señor, enséñame a vivir desde Tu misericordia y no desde el juicio.”
#PraisePrayMove #JÁRTIS