En el mapa de Dios, no todo lo que promete llenar, llena de verdad. Jeremías enseña que cuando nos alejamos de Dios, caemos en el error de buscar llenarnos con cosas que nunca van a satisfacer.
Tenemos sed por dentro, pero a veces intentamos saciarla con cosas que solo entretienen un rato: personas, distracciones, likes, rutina, control, ruido. Al principio parece que funciona, pero rápido se vacía. No aguanta. No sostiene.
Dios no viene a regañarte, viene a despertarte. Él es la fuente que nunca se seca. El problema no es tener sed, el problema es seguir bebiendo de lugares rotos.
En el mapa humano decimos: “Con esto resuelvo”. En el mapa de Dios, solo Su presencia llena de verdad.
Pregúntate: ¿En qué estoy intentando llenar mi vacío últimamente?
Declara: “Señor, dejo lo que no llena y vuelvo a Ti. Solo en Ti encuentro vida.”
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