Enséñenles a sus hijos a orar.
Porque un niño que aprende a hablar con Dios no crece vacio, crece acompañado.
Enséñenles que la oración no es un discurso, sino una conversación con el Padre que siempre escucha.
Que doblar las rodillas hoy puede salvarles el corazón mañana.
Que buscar a Dios desde pequeños les dará una fortaleza que el mundo nunca podrá quebrar.
Un niño que ora puede estar en cualquier batalla... y aun así vivir en paz. 🩵✨