Hay momentos en los que algo te piensa.
No sos vos.
No es tu mente.
Es una verdad cayendo desde un plano más alto.
Porque sí, aunque nunca te lo hayan explicado:
No todos tus pensamientos nacen en vos.
Algunos llegan como avisos,
como pequeñas descargas,
como direcciones que la vida te entrega antes de que entiendas por qué.
Hay pensamientos que no se sienten como pensamientos.
Se sienten como llamados.
Llamados del guía que te acompaña.
Llamados del campo que te contiene.
Llamados de la versión de vos que ya despertó
y está intentando guiarte hacia lo que todavía no ves con los ojos.
La mente inventa.
El alma recuerda.
La guía informa.
Y cuando algo aparece:
sin que lo busques,
sin que lo fuerces,
sin análisis, sin esfuerzo…
no es imaginación: es un mensaje.
Un mensaje que te quiere mover.
Un mensaje que te quiere alinear.
Un mensaje que te está diciendo:
Este es el camino. Prestá atención.
Porque lo luminoso llega rápido.
Lo verdadero llega claro.
Lo que viene del alma no necesita ruido:
entra directamente.
Si alguna vez sentiste esa certeza fugaz,
ese pensamiento que apareció perfecto,
ese instante donde sabías sin saber por qué,
dejame un “🌟”.
Tu canal está despertando.
Y vos también.
Esto recién empieza.