Consejos para un buen sonido: el cuidado de las uñas

Los guitarristas clásicos tenemos una púa en cada dedo. Dejarse crecer las uñas del pulgar, índice, medio y anular de la mano derecha es indispensable para conseguir el mayor rendimiento sonoro de las cuerdas y de la guitarra que utilicemos. Es respetable tocar sin uñas, pero los resultados no van a ser tan brillantes. No conozco a ningún concertista de guitarra que toque sin uñas, aunque supongo que alguno habrá.

Si no tienes una pulsación correcta, un buen instrumento te devolverá un sonido pésimo. Al contrario, con una buena pulsación es posible hacer que una guitarra modesta suene de forma más que decente.

La correcta preparación de las uñas es básica para un buen sonido. Y esta es la clave: la parte de la uña que entra en contacto con la cuerda debe estar exquisitamente bien pulida. En realidad, la uña no ha de tirar en exceso de la cuerda: el movimiento es, más bien, como si resbalara suavemente y sobre ella, lo cual requiere muchas matizaciones e incluso es un aspecto interesante para debatir. La cuerda debe encontrar en la uña ningún rozamiento que se traduzca en un mal sonido.

Unas claves sencillas

Para ello aconsejo tres herramientas de lo más cotidianas: un cortauñas para fijar el tamaño, una lima de zafiro para darle la forma y un pulidor con diferentes texturas para lograr que la uña brille como si tuviera un esmalte natural en su interior. Un pulidor excelente es, sencillamente, un trozo de cuero con el que podamos darle a la uña el toque final.

Yo, personalmente, el cortauñas y la lima de zafiro los uso una vez a la semana para corregir el crecimiento de las uñas, mientras que el pulidor lo utilizo normalmente antes de tocar. El tamaño de las uñas es muy subjetivo y es cuestión de ir explorando. A mí, personalmente, no me gustan excesivamente largas, sino más bien tirando a cortas.

Como mis uñas son blandas, si las dejo crecer demasiado se acaban rompiendo, sobre todo la del pulgar, y entonces hay que esperar a que vuelva a crecer. Hay otras herramientas que podéis usar, como tijeras, limas de cartón o de cristal o diferentes tipos de lijas finas. Todo es muy personal. No hay una fórmula exacta para tener las uñas bien pulidas.

Dicho todo esto, animo al grupo a experimentar: analizar el sonido, escuchar los cambios, probar longitudes, formas y pulidos distintos. Las uñas son una parte viva de nuestra técnica y cada pequeño ajuste abre una puerta nueva al sonido. Ahí está, precisamente, una de las partes más fascinantes del camino del guitarrista.

8 comments