Inteligencia Emocional
Uno se pregunta por qué si las empresas han avanzado en tecnología, procesos y estrategias, los empresarios siguen gestionando sus negocios con una inteligencia emocional tan primitiva.
El mercado cambió, el mundo cambió, pero la mayoría sigue atrapada en la misma incapacidad de manejar emociones, relaciones y decisiones bajo presión.
Y lo más grave: creen que eso no tiene nada que ver con los resultados de sus empresas.