La verdadera confianza del líder no nace del control, sino de la entrega.
El éxito espiritual y el éxito profesional son el mismo camino: cuando cambias internamente, tus decisiones se vuelven más sabias, más firmes y más alineadas. Pecado no significa castigo, sino que pecado significa una advertencia. Dios es la ley universal de la vida; Dios es la escala. Cuando uno dice: Dios ayúdame, y se inclina de rodillas… se produce esa liberación y se produce ese milagro. Lo más alto que se puede hacer, el emprendimiento más importante de la vida, es buscar a Dios. Yo no puedo tener un conflicto con alguien si ese conflicto no está primero conmigo mismo. Perdonando a ese hermano yo limpio la negatividad que está dentro de mí.