Trading: la carrera de la tortuga y la liebre En el mundo del trading, muchos actúan como la liebre: rápidos, impulsivos, buscando ganancias inmediatas sin una estrategia clara. Entran y salen del mercado con prisas, convencidos de que la velocidad es sinónimo de éxito. Pero, como en la famosa fábula, suelen quedarse atrás. El trader disciplinado, en cambio, es como la tortuga. Se mueve con paciencia, siguiendo un plan, gestionando el riesgo y manteniendo la calma. No busca resultados rápidos, sino consistencia. Y al igual que la tortuga, que ganó la carrera paso a paso, este tipo de trader suele llegar más lejos. En el trading, la clave no es correr, sino avanzar con inteligencia y constancia. Porque, al final, gana quien sabe resistir y mantenerse en el juego.