🚀 He estado persiguiendo un fantasma… y por fin lo atrapé 👻✨
(Mi historia con la creación de contenido, la IA y cómo terminé siendo papá digital.) Durante años he sido como ese científico loco de las películas: mezclando pócimas, apretando botones y gritando “¡AHORA SÍ FUNCIONA!”…Solo para que mi “creación” saliera parecida a un personaje del PlayStation 2 después de una mala noche. Desde que aparecieron los primeros modelos de video e imagen en IA, tenía una misión clara:👉 Crear una persona digital que se sintiera verdaderamente humana. Suena fácil, ¿no?JA. Ojalá. Mis primeros intentos parecían haber escapado de un universo alterno donde las cejas desafían la física, los ojos miran al infinito por defecto y las voces suenan como si hubieran sido grabadas dentro de una tostadora. Y aquí entra mi Comité Oficial de Destrucción de Sueños (familia & amigos).Gente de confianza.Gente que no te miente.Gente que te dice la verdad aunque duela… con ganas. 😅 Ronda 1: “Bro… es MALÍSIMO.”Ronda 2: “Sigue sin parecer real.”Ronda 25: “El pelo es demasiado perfecto. Nadie respira así. Los ojos están… raros.” Pero algo fue cambiando…A medida que mejoraban las herramientas y yo perfeccionaba el proceso, tardaban más en encontrarle fallos.Tenían que mirar más de cerca.Pausar.Hacer zoom.Modo Sherlock Holmes activado. 🕵️♀️ Y entonces… ✨ Llegó el momento que llevaba años esperando. ✨ Abrí una nueva cuenta de Instagram con mi personaje IA: Evans (que, aviso legal, NO existe. Cero. Nada. Pura electricidad disfrazada de humano). Se lo enseño a mi círculo más cercano, esperando el clásico festival de críticas… Pero esta vez, mi equipo rompe–sueños se queda en silencio.No encuentran nada.Ni un comentario.Ni un “el ojo izquierdo parpadea raro”.Ni un “la piel parece de muñeco”. Solo dijeron:👉 “La verdad… parece real.” Me quedé sin palabras.Ellos sabían que era IA.Pero aun así… no pudieron distinguirlo. Y eso, para mí, fue histórico. ¿La IA sigue teniendo problemas? Por supuesto. No es humana.Necesita guía.Se comporta como un bebé digital que pregunta "¿y esto para qué sirve?" cada dos segundos.Pero cuando la tecnología avanza y tú avanzas con ella… pasan cosas mágicas.