Solo en el habitar reside el ser
La respiración no es solo un acto fisiológico, es también un lenguaje silencioso entre nuestro cuerpo y nuestra mente. Cada inhalación es un recordatorio de que estamos vivos, y cada exhalación, una invitación a soltar. Cuando respiramos de forma consciente, dejamos de estar a merced del torbellino externo y nos convertimos en artesanos de nuestro propio equilibrio interno. La respiración se transforma en un puente: une lo biológico con lo emocional, lo tangible con lo invisible. Quizá ahí está su verdadero poder: en recordarnos que, más allá de la prisa, el ruido o la incertidumbre, siempre tenemos un ancla disponible, gratuita y accesible… nuestro propio aliento. 🌿 Respirar es volver a casa. 👉 Y tú, ¿cómo te relacionas con tu respiración en los momentos de mayor estrés o intensidad?