El día en el que decidí meterme al gimnasio, decidí hacer un cambio, porque me di cuenta de que si no hacía el cambio, me quedaría igual por toda la vida. Cada día y cada hora que pase en el gym contaron y ahora mi cuerpo es testigo del esfuerzo, tiempo y dedicación que tomo hacerlo. Lo bueno del cuerpo es que refleja exactamente tus hábitos. Estoy seguro de que mi cambio físico es sin duda el inicio de algo más grande. El éxito en mi y en todos los miembros de la hermandad es inminente. Cada día que iba al gym aun cuando no quería, me ayudó a volverme mejor y mas fuerte, a tener una vida mas saludable y a construir una mejor disciplina. Eleazar Morales 16/03/2025.