La dura verdad: cambiar o quedarse atrás
La ventaja de ayer puede quedar obsoleta ante las tendencias del mañana. No tienes que fracasar para perder: si tus competidores te superan, te desvanecerás en la irrelevancia. Decidir cambiar es darte otra oportunidad. Verte obligado a cambiar es señal de que ya has perdido. Quienes se niegan a aprender, adaptarse y crecer, algún día se encontrarán obsoletos. La complacencia es el asesino silencioso del progreso. El costo de no evolucionar es mucho mayor que el esfuerzo que requiere mantenerse a la vanguardia. Mejora siempre. Mantén el entusiasmo. Mantente relevante.