Mi nombre es Alex Salas y, tras finalizar el Ciclo Formativo de Grado Superior (CFGS) en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma (DAM), mi trayectoria profesional ha tomado un rumbo tan inesperado como apasionante. Vivo en Barcelona y, a través de estas líneas, quiero compartir mi experiencia y el crecimiento personal que estoy viviendo. Al concluir mis estudios en DAM, mi plan de carrera parecía trazado. La idea inicial era continuar mi formación especializándome en ciberseguridad, un campo que siempre ha captado mi interés y que guarda una estrecha relación con el desarrollo de software seguro. Como recién titulado, mis expectativas laborales se centraban en la programación pura, imaginándome inmerso en líneas de código de JavaScript o Flutter para crear aplicaciones desde cero. Mi entrada en el mundo laboral en una empresa innovadora supuso un cambio radical en mi forma de entender la programación. Lejos de dedicarme exclusivamente a escribir código, me vi inmerso en el fascinante universo de la inteligencia artificial y la automatización de servicios mediante plataformas low-code como n8n y Make Al principio, he de confesar que me sentí asustado . Mi formación tradicional no me había preparado para este enfoque, y mi desconocimiento sobre las capacidades de la IA para automatizar flujos de trabajo me generó ciertos bloqueos iniciales. Herramientas como n8n, una plataforma de código abierto que permite conectar diversas aplicaciones y servicios a través de una interfaz visual, o Make, con su potente constructor de escenarios de arrastrar y soltar, eran un paradigma completamente nuevo para mí. Superar ese primer escollo fue un reto que impulsó mi desarrollo personal. Poco a poco, comencé a sumergirme en el mundo de la automatización. Descubrí que, más allá de la programación convencional, existía un campo con un potencial inmenso para optimizar procesos y crear soluciones eficientes sin necesidad de escribir código para cada acción. Este aprendizaje ha transformado mi mentalidad como desarrollador. He comprendido que la programación no se limita a la sintaxis de un lenguaje, sino a la lógica y la resolución de problemas, habilidades que son perfectamente transferibles a estas nuevas herramientas.