Todo el tiempo escucho gente que se queja: “ChatGPT no me hizo bien tal informe” o “suena muy a robot”. ¿Querés que te diga la posta? La culpa es tuya. El problema sos vos, no la IA.
ChatGPT puede hacer cosas muchísimo más complejas que una simple tarea o informe. Pero no te entiende porque no sabés pedirle bien lo que querés. Todavía no lee la mente, y si no sabés explicarte con claridad, es lógico que no te devuelva lo que esperás.
Encima, muchos miran un par de videos sobre “el prompt perfecto” o copian plantillas de Internet, y ya se creen expertos en IA. Pero la verdad es que siguen sin saber cómo comunicarse con ella. Solo repiten fórmulas que ni siquiera entienden o saben adaptar.
Pero tranqui, no vine solo a tirarte abajo. Te dejo el link al último video que subí, donde explico de 0 a 100 cómo pasar de frustrarte con ChatGPT a sacarle el máximo provecho —al punto de que podés vender tus propios prompts o soluciones con IA a empresas.