✨ Hoy quiero compartir algo que vengo descubriendo en mi propio camino: el valor de la neutralidad.
Muchas veces me ilusiono con sostener siempre un estado elevado de amor, paz o gratitud. Pero la vida trae imprevistos: trabajo, cansancio, noticias difíciles… y me doy cuenta de que mantenerme ahí arriba no siempre es posible.
En esos momentos aprendí que la neutralidad puede ser un refugio. No es indiferencia, sino un espacio interno donde respiro, me observo y me recuerdo que todo es parte del aprendizaje. Desde ahí puedo volver a centrarme, sin exigirme estar perfecta ni caer en la culpa por no sostener un estado más alto.
Para mí, reconocer la neutralidad como un nivel valioso me da calma y confianza.
¿Ustedes también encuentran refugio en la neutralidad? ¿Qué hacen para volver a ese punto de equilibrio?