🔴 “El mayor miedo no es fracasar, es vivir toda la vida sin intentarlo”
Vivimos en un mundo que premia lo rápido, lo fácil y lo seguro. Desde niños nos enseñan un camino fijo: estudia, consigue un empleo estable y trabaja duro… pero no para ti, sino para construir el sueño de otros.
Es curioso: la mayoría ve como una locura arriesgar unos pocos años construyendo un proyecto propio, pero considera completamente normal entregar cuarenta años de su vida a un trabajo que ni siquiera aman. ¿Por qué sucede esto? Porque el miedo a fracasar es más fuerte que el deseo de triunfar. Porque nos enseñaron a buscar resultados inmediatos en lugar de cultivar la paciencia para sembrar y cosechar a largo plazo.
Emprender no es sencillo. Crear un negocio, un proyecto o una idea exige sacrificio, disciplina y visión. Pero es una de las formas más puras de libertad. Significa decidir que tu tiempo y tu esfuerzo valen más cuando los inviertes en ti mismo y en tus sueños.
Claro, los primeros años pueden ser difíciles. Puede que los ingresos sean bajos, que te equivoques muchas veces, que dudes de ti. Pero si persistes, si aprendes y te mantienes firme, los frutos llegarán… y serán tuyos para siempre, no migajas prestadas.
No temas dedicar cinco años a construir algo que cambie tu vida. Teme llegar al final de tus días y darte cuenta de que viviste cuarenta años sin vivir realmente para ti.