🎢 Migrar siendo emprendedora: el rollercoaster empieza

Mercedes De Abreu

Sep 19 (edited) • 🙋🏻‍♀️ Vincularnos

✅ PROS (lo bonito del asunto)

Nuevo mercado, nuevas oportunidades

Tal vez tu idea es un boom en tu nuevo país. ¡Quizá allá nadie ha visto pan de yuca con queso! 👀

Renovación personal

Te reinventas. Te toca sacar músculo emprendedor y emocional. Te vuelves resiliente.

Diversidad de contactos

Conoces gente de todo tipo, desde inversores hasta doñas que hacen arepas mejor que tu abuela.(amo las arepas, obvio, al ser venezolana, cómo no?)

Apoyo a migrantes

Muchos países tienen programas, becas o incubadoras exclusivas para extranjeros. ¡Aprovecha!

❌ CONTRAS (lo que no sale en Instagram)

La burocracia es tu nuevo némesis

Vas a tener que llenar formularios, y te vas a pelear con palabras como "apostillar" o "RFC".

El síndrome del impostor ataca

Piensas "¿quién me creo yo, una latina en Alemania vendiendo empanadas gourmet?" Spoiler: eres más capaz de lo que crees.

Red de contactos = 0: Empiezas sin conocer ni al del café de la esquina.

Idiomas raros: No es lo mismo negociar en tu idioma que intentar vender en uno donde aún no sabes insultar con estilo. (no es una recomendación que lo hagas 😃)

💡 Tips para no volverse loca en el intento

1. Estudia el terreno como si fueras Sherlock

Antes de lanzarte, investiga:

¿Qué necesita la gente allá?

¿Quiénes son tus competidores?

¿Qué tan cara es la vida (y el alquiler)?

¿Hay espacio para tu idea o te toca pivotar?

💬 Pro tip: Google, grupos de Facebook, Reddit y embajadas son tus mejores amigos pre-viaje.

2. La visa no se emprende sola

No todas las visas te dejan abrir un negocio. Ojo con esto:

¿Tu visa permite trabajo independiente?

¿Necesitas una visa de emprendimiento?

¿Hay que mostrar plan de negocio, fondos, etc.?

💬 Lee bien. No quieres terminar siendo “consultora de arte” ilegalmente mientras vendes arepas por la ventana.

3. Networking sin pena, mija

Sí, es incómodo al principio, pero:

Ve a eventos, meetups, ferias, charlas, ¡lo que sea!

Preséntate sin miedo: “Hola, soy [tu nombre], vengo de [tu país] y estoy montando un emprendimiento de [lo que sea].”

💬 No te sientas rara. Allá afuera hay gente igual de perdida que tú, buscando con quién tomar un café y compartir miserias emprendedoras.

4. Presupuesto con realismo y lágrimas

No subestimes:

El costo de vida.

Los trámites (algunos cuestan más que tu vuelo).

El tiempo que vas a estar sin ganar ni un €, $, peso.

💬 Haz un colchoncito, mija. Porque en lo que tu negocio despega… vas a vivir con arroz y huevo un tiempito.

5. Apóyate en otras mujeres migrantes (felicidades por estar en esta gran comunidad)

Hay comunidades de mujeres latinas en casi todos lados. Busca:

Redes de emprendedoras.

ONGs que apoyan a mujeres migrantes.

Grupos de WhatsApp o Telegram.

💬 Nada como una comadre que ya pasó por ahí y te dice: “¡No abras cuenta en ese banco, son un infierno!”

6. Flexibilidad: tu nueva religión

Tu idea original tal vez no funcione como esperabas. No pasa nada. Ajusta, reinventa, haz maromas si hace falta. 💃

💬 Emprender es como el amor: hay que saber cuándo insistir y cuándo soltar la idea tóxica.

7. No te olvides de ti

Migrar + emprender puede consumirte. Haz pausas. Come bien. Duerme. Llama a tu mamá. Mira memes. Llora si hace falta.

💬 Cuidarte a ti es parte del emprendimiento. Porque sin CEO, no hay empresa.

🎯 En resumen:

Migrar siendo emprendedora es un reto tipo “nivel jefa final de videojuego”…💪 Pero también es una oportunidad increíble para crecer, reinventarte y hacer algo que te llene.

Espero les sirva.... Y si necesitan algo más de información en temas de finanzas, manejo algunos conceptos que les pueden servir acá en España.

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