¿Cuántas veces pensaste algo así?:
"𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘢 𝘮𝘢́𝘴 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘦𝘮𝑝𝘪𝘦𝘻𝘰 𝘢 𝘷𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳”.
“𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘴𝘦𝑝𝘢 𝘶𝘴𝘢𝘳 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘵𝘦𝘤𝘯𝘰𝘭𝘰𝘨í𝘢 𝘭𝘢𝘯𝘻𝘰 𝘮𝘪 𝘤𝘶𝘳𝘴𝘰”.
“𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘮𝘪 𝘸𝘦𝘣 𝘦𝘴𝘵𝘦́ 𝑝𝘦𝘳𝘧𝘦𝘤𝘵𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘮𝑝𝘢𝘳𝘵𝘰”.
La verdad es que todo eso suena lógico… pero casi siempre es miedo.
✔️Miedo a equivocarnos.
✔️Miedo a perder tiempo o dinero.
✔️Miedo a que nos juzguen.
Y ese 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼 𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗶𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗲𝗻 𝗲𝘅𝗰𝘂𝘀𝗮. Excusa para no hacer.
En los negocios digitales esto pasa mucho. Queremos la estrategia perfecta. La automatización impecable. El contenido sin errores. Y en esa espera… no hacemos nada.
El aprendizaje no llega de pensar. Llega de probar.
El 𝗽𝗲𝗿𝗳𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗶𝘀𝗺𝗼 es otro freno.
Nos obsesionamos con el logo, con la web, con que todo se vea de revista. Pero mientras tanto, no publicamos, no vendemos, no nos mostramos.
También está la 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻.
Miramos a otras que ya lanzaron su curso o tienen clientes y pensamos: “𝘺𝘰 𝘯𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘺 𝘭𝘪𝘴𝘵𝘢”. Lo que no vemos son todos los intentos y errores que ellas tuvieron antes.
Y el 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼… ¡qué tema! Siempre falta. Pero muchas veces no es tiempo, es foco.
No necesitamos tres horas libres. A veces basta con 20 minutos para grabar un reel, escribir un email o crear una página sencilla.
La clave está en dar pasos pequeños. Pasos imperfectos, pero reales.
Porque en lo digital siempre se puede ajustar. Puedes editar un post. Actualizar tu web. Relanzar un curso. Pero nada de eso sucede si no lo sacas al mundo.
El miedo nunca se va del todo. Pero deja de ser un freno cuando decides avanzar igual.
Así que la próxima vez que pienses “no estoy lista”, cambia la pregunta:
👉 “¿Qué acción digital chiquita puedo hacer hoy para avanzar?”
Porque el error no es fallar.
El verdadero error es no intentarlo.